Recientemente, la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA por sus siglas en inglés) reportó que el volumen global de carga aérea experimentó una reducción de entre 4.5% y 4.8% entre enero y setiembre de 2019, con respecto al mismo periodo en el año anterior. La guerra comercial y los conflictos que China mantiene con los Estados Unidos y la Unión Europea, están entre las principales razones de esta tendencia.
La desaceleración económica generalizada también afectará la recuperación del sector. En el último barómetro de comercio de bienes de la Organización Mundial del Comercio, el índice para carga aérea internacional fue de 93.0 y las expectativas de crecimiento del intercambio para el año, contemplando el potencial del último trimestre, fueron reducidas de 2.6% –estimado en abril– a 1.2%.
Los actores más afectados son las aerolíneas que han realizado inversiones para aumentar su capacidad en transporte de carga, incluyendo la compra de aeronaves y la ampliación de rutas. Latinoamérica es la región con menor afectación en este sentido, en tanto su capacidad de las empresas se redujo en un 3%. Por el contrario, la capacidad había sido incrementada en 2.7% en Asia-Pacífico, 3.3% en Europa y 9.4% en África. Los sectores de transporte doméstico, logística y seguridad sufrirán indirectamente los efectos de esta tendencia.
Los datos que se acuñen al cierre del año, podrían afectarán además las decisiones públicas y privadas –en todo el mundo– con respecto a proyectos de infraestructura aeroportuaria y adquisición de tecnología o equipos especializados; así como en cuanto al aumento o asignación de personal para esta modalidad de transporte.
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